Cambios en la Comisión de Hacienda

Al comenzar sus funciones como nuevo presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Juan Zaragoza será el primer exsecretario de Hacienda en ocupar ese cargo, una experiencia que a su entender le dará un peso mayor a la hora de evaluar el presupuesto, el estado de las finanzas públicas, la deuda en impago y —sobre todo— al analizar el complejo sistema contributivo local.

También, asegura, podrá pasar un juicio mayor sobre los designados al gabinete constitucional del gobernador Pedro Pierluisi, ya que al haber sido un jefe de agencia considera que podrá preguntar a los nominados desde la óptica de quien manejó cientos de empleados, cifras millonarias del presupuesto de Hacienda y el dinero de la caja pública, y la administración de propiedades alrededor de la Isla.

Zaragoza, del Partido Popular Democrático (PPD), es un contador público de 61 años con grados en administración comercial, quien se ha caracterizado en la gestión pública por tener un verbo directo. Habló con EL VOCERO sobre su llegada al Senado y la intención de alterar “las costumbres operacionales” de la Comisión de Hacienda.

“No estoy siguiendo lo que hacían los anteriores ni sigo los consejos de cómo debo correr la oficina. Tampoco voy a tener un ‘chief of staff’. Tradicionalmente, la comisión en asuntos puntuales ha sido pasiva porque toda legislación que tenga que ver con las rentas públicas surge en el lado de la Cámara, y no veo que tenga que ser así”, señaló.

Informó que ya tuvo una conversación con el representante Jesús Santa, quien estará a cargo de la Comisión de Hacienda en la Cámara de Representantes, y le comentó que la comisión de Hacienda del Senado no va a ser pasiva.

“Mi deseo es hacer las vistas de presupuesto en conjunto. No hay porque ver tres semanas de vistas en la Cámara y luego pues tener un tiempo menor en el Senado. Esa limitación constitucional se ha exagerado; este cuatrienio va a ser diferente”, adelantó el senador, y aclaró que la gestión de vistas conjuntas es posible porque “aquí no hay celos”.

A reunirse con la Junta Fiscal

Sus primeras gestiones incluyen reunirse con la directora ejecutiva de la Junta de Control Fiscal, Natalie Jaresko, y también con Omar Marrero, director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf). Con cada uno de ellos buscará —entre otros temas— tener en claro cuál es la situación de dinero en efectivo del gobierno de Puerto Rico, a cinco años de no pagar la deuda.

“Hay manera de encontrar puntos de coincidencia con la junta fiscal y ellos han reconocido que el efecto de la pandemia es bien brutal y hay que volver analizar las proyecciones económicas. Esto es una pandemia global y los acreedores tienen que entender”, expresó Zaragoza, quien reconoce la importancia de repagar una parte de la deuda pública.

Opinó que “hay que lograr un nivel sustentable del repago de la deuda; llevamos cinco años sin pagar la deuda y tiene que haber una proyección”. Mencionó que es necesario saber cómo se visualiza el dinero en caja que no se ha destinado a pagar la deuda multimillonaria, si es como una reserva o no.

Apuntó que una vez avancen las negociaciones, en cualquier transacción se va a requerir un pago global inicial y luego pagos subsiguientes, lo cual incidirá en la caja de Hacienda.

También adelantó que entre sus primeras gestiones incluye poder viajar a Washington para ver donde está parada la Isla en el asunto del arbitrio de 4% a las llamadas empresa foráneas y lo que se esté trabajando con el Servicio de Rentas Internas federal (IRS, por sus siglas en inglés). Igual buscará conocer cuál —si alguno— es el plan para atraer empresas farmacéuticas a Puerto Rico.

Lupa a los secretarios de las agencias

De otro lado —y como adelantó en su campaña política­— Zaragoza aseguró que llega con el ojo fiscalizador para que los jefes de las agencias tengan planes concretos, produzcan resultados y se les pregunte cada tres meses cuáles son sus métricas y logros.

Expresó que su marco de referencia es la gestión en el sector privado y en el lado público no debe ser distinto porque el dinero del pueblo debe producir resultados.

“Aquí ha habido un deterioro en las instituciones del gobierno, tal vez un desmantelamiento. Como las ventanas de retiro, la subcontratación de funciones que corresponden al personal de las agencias y —entre otras cosas— todo eso ha desmantelado a las agencias. Hemos perdido la capacidad de estado”, destacó el senador, y recalcó que “hay un deterioro institucionalizado y se nota más en periodos de crisis, más allá del incumbente de turno”.

Por eso señaló se debe atender el asunto de que una parte importante de los secretarios no tienen un trasfondo gerencial ni administrativo, lo cual conlleva una supervisión mayor de la gestión en las agencias y no esperar a que ocurra un escándalo para hacer vistas e interpelaciones.

“Vengo a ampliar los alcances de la Comisión de Hacienda para establecer procesos de fiscalización de las agencias y sus planes de trabajo, para que haya rendición de cuentas al Senado. Mi intención es empezando en las vistas de confirmación y de presupuesto y que primero tienen que establecer un plan de trabajo”, expresó.

“El que trabaja en la empresa privada trabaja de mes a mes, viendo los resultados. Las cosas no pasan porque hay una ley, es por la ejecución”, resaltó.

Dijo que adelantarse a los errores evita, en parte, que en las vistas de presupuesto se empiece a pasar juicio a contratos innecesarios a personas externas en funciones internas de las agencias.

Ojo al sistema contributivo

Zaragoza afirmó que establecerá una mirada constante al sistema contributivo, a los incentivos y a lo que producen. Planteó que hay un informe de gasto tributario que incluye los desembolsos del gobierno y los incentivos contributivos, y se queda en una gaveta.

“Nadie mira eso y hay que hacerlo para informarle al país cada año como se están utilizando esos beneficios contributivos y cuál es el saldo y si debe continuar dándose”, advirtió. “Me siento optimista y me gusta nadar en contra de la corriente. Voy sin amarras de conflictos, no tengo ningún familiar guisando, si no lo hago bien que no voten por mí la próxima vez”, concluyó.